A statement from Archbishop Jerome E. Listecki regarding the decision of the U.S. Supreme Court in the Dobbs case

A statement from Archbishop Jerome E. Listecki regarding the decision of the U.S. Supreme Court in the Dobbs case:

“Before I formed you in the womb I knew you.” (Jeremiah 1:5)

As a Church that advances the Culture of Life and as members of a civil society, we welcome the decision of the U.S. Supreme Court in the Dobbs case. 

While no doubt we all feel a renewed hope for the future, let us also remember that our struggle to preserve the sanctity of human life is only just beginning. Abortion laws now return to the individual states. Our challenge is to continue to promote that human life begins at conception and needs to be protected at all times.

The Church will continue to support all women — especially those experiencing unplanned pregnancies where abortion seems like the only or easy solution — by providing the spiritual, emotional and financial support necessary through our parishes, support networks and pregnancy centers.   

I appeal to all in our society to work together to make the thought of abortion not only unthinkable, but also unnecessary.

More than 63 million children lost their lives to the scourge of abortion. May their souls, and all the souls of the faithful departed, rest in peace.

"Antes de haberte formado yo en el seno materno, te conocía" (Jeremías 1, 5). 

Como Iglesia que promueve una cultura de la vida y como miembros de la sociedad civil, recibimos con agrado la decisión de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos en el caso Dobbs.

Si bien todos sentimos una esperanza renovada en el futuro, debemos también recordar que nuestros esfuerzos por preservar la santidad de la vida humana son tan sólo el comienzo. Las leyes sobre el aborto ahora pasan a los estados. Nuestro reto actual es continuar promoviendo que la vida humana comienza en la concepción y necesita siempre ser protegida.

La Iglesia continuará apoyando a todas las mujeres – especialmente aquellas que enfrentan embarazos no planeados donde el aborto parece ser la solución única o más fácil – proveyendo el apoyo necesario espiritual, emocional y financiero a través de nuestras parroquias, redes de apoyo y centros para la mujer embarazada.

Aprovecho para hacer un llamado a nuestra sociedad a trabajar unidos para hacer de la idea del aborto no sólo una idea impensable, sino también innecesaria.

Mas de 63 millones de niños pierden sus vidas a causa del azote del aborto. Que sus almas y las almas de todos los fieles difuntos descansen en paz.